Este artículo pretende ser muy cortito y conciso, unos pequeños consejos para conservar la miel de la mejor manera.
Aunque la miel sea un conservante natural hay algunas cosas que debes tener en cuenta.
Alejar la miel de puntos de calor y de la luz solar
La temperatura ideal para conservar la miel es entre los 15 y 27 grados. Por lo que no hace falta mantenerla en el frigorífico, en caso de hacerlo aceleraremos el proceso de cristalización.
Por encima de los 27 grados empieza progresivamente a perder enzimas, aromas y alguna de sus propiedades. Cuanto más alta sea la temperatura más acelera el proceso.
Tenemos guardar la miel de la luz solar, ya que la luz solar directa promueve la oxidación, la pérdida de calidad y valor nutricional de la miel.
Alejar la miel de fuentes de humedad
Esto es muy importante sobre todo para las mieles de Romero y Azahar que pueden tener en el momento de la cosecha algo más de humedad.
Si se almacena en un lugar con mucha humedad la miel atrae esa humedad y puede llegar a fermentar. Te dejo un artículo de nuestro blog en el que hablo de una miel con exceso de humedad.
Nosotros tenemos un medidor de humedad, hemos tomado mucha conciencia sobre esto. Como te cuento en el artículo de la miel con humedad, es la forma más fácil de echar una miel a perder.
No calentarla mucho o en muchas ocasiones
Otra cosa que solemos hacer cuando la miel se nos cristaliza, es calentarla porque la consumimos líquida.
Aquí hay que tratar de no calentarla a mucha temperatura, la mejor forma de hacerlo es al baño maría, acuérdate de retirar la tapa. No calentar la miel en muchas ocasiones, a veces cuando calentamos la miel la dejamos aun parte de ella cristalizada y la calentamos muchas veces.
¿Te han sido útil estos consejos?
¡Comparte la entrada y coméntanos!