Guía de buenas prácticas de La Casa de la Miel

¡Hola! Te traigo una guía de buenas prácticas que redacte hace poco, para dejar por escrito la forma en la debemos trabajar, para obtener y conservar un producto de la mejor calidad.

Guía de Buenas Prácticas en el colmenar

Para mejorar la calidad de nuestras mieles así como para tener una mayor seguridad alimentaria, hemos decidido redactar esta guía de buenas prácticas, basada en las buenas prácticas de extracción de miel. 

Esta es un guía de referencia para el manejo de las colmenas, limpieza y pasos a seguir para obtener un producto de calidad como es la miel.

Dentro de estos pasos entrarán la alimentación de las colmenas, la colocación de tratamientos contra varroasis, además de la extracción y almacenaje de la miel.

1. Alimentación de las colmenas

Para obtener una miel con la máxima calidad posible, la alimentación estará muy controlada. Anotando así cada vez que se alimente: el alimento que se utiliza, la cantidad de este y el tiempo que pasa en la colmena. Así podremos identificar fácilmente las colmenas más despobladas

La alimentación de las colmenas, se hará siempre en Otoño e Invierno, salvo excepciones (primaveras o veranos muy extremos con con riesgo de mortandad alta) En ningún caso se alimentará durante floraciones.

La alimentación básica de las colmenas se compone de:

• invierno alimento proteico, para compensar la falta de polen (alimento en pasta)
• alimento estimulante de cara a las primeras floraciones (alimento líquido).
  Siempre buscando empezar las primeras floraciones con un número importante de abejas.

La alimentación que realizamos, es con bolsas ya preparadas por el fabricante.

2. Tratamientos contra varroasis

Tema complicado, cada día más, lidiar con la varroa (ácaro que provoca una alta mortandad en las colmenas). El tratamiento se hace exclusivamente cuando el veterinario de la Asociación de Apicultores lo indica.

Según el producto que se utilice se pone de una forma u otra.

Normalmente son tiras de plástico donde va impregnado el producto, suelen funcionar por contacto directo de la abeja con la tira, por lo que nos interesa ponerla donde más afluencia de abejas haya. Esto suele ser en la cámara de cría, en la colmena layens suelen ponerse una tira a 3 cuadros de la otra, que es lo que suele ocupar la cámara de cría en otoño/invierno.

Para tener la máxima seguridad al poner estas tiras, usamos guantes desechables, y tenemos la precaución de llevar una bolsa exclusiva para tirar los envoltorios de las tiras.

Donde centramos toda nuestra atención es en la retirada del producto. Según el producto que sea hay que dejarlo un tiempo determinado, después de ese tiempo hay que retirar las tiras. La retirada se realiza igualmente con guantes desechables y mucha atención para no olvidarnos ninguna tira. 

Tanto en la puesta como en la retirada, tendremos que desinfectar los útiles de la colmena que hayamos usado en el proceso. Después de retiradas se guardan en cajas bien marcadas y selladas y se llevan a un depósito de tiras común de la Asociación de Apicultores, donde posteriormente se llevarán a una empresa de gestión de residuos.

3. Extracción de la miel

Durante la extracción de la miel tenemos que tener un cuidado exquisito para no contaminar el preciado producto. Lo primero es la limpieza de todos los elemento que se van a usar durante este proceso. Es esencial que todos estén limpios y sean de uso exclusivo para la extracción. Para la extracción de la miel existen dos prácticas que realizamos los apicultores, la extracción en el colmenar y la extracción en el almacén.

Empezaremos por la extracción en el colmenar. Lo primero que limpiamos y acondicionamos para estar seguros en el trabajo es el medio de transporte, en nuestro caso coche y remolque. El remolque se lava con agua a presión antes de nada, incluimos en la limpieza la lona y distintos elementos del mismo.

Una vez que está limpio empezaremos a cargarlo con los útiles que utilizamos. Todos ellos son limpiados con agua caliente y secados  antes de su uso. Los elementos imprescindibles son, el extractor, la cubeta del sello y los cuchillos, rasquetas, cepillos… Muy importante es el uso de agua potable, tanto para el lavado de los útiles como la que vamos a utilizar en el colmenar.

En el colmenar siempre intentamos tener el máximo cuidado, por ello los cuadros nunca se apoyarán en el suelo, irán en una caja cerrada. 

El cuadro se saca de la colmena y con el cepillo se desabejará hasta que no quede ninguna, de ahí se meterá en una caja cerrada y se llevará a la cubeta del desoperculado. En la cubeta de le quita el sello y pasa al extractor donde saldrá la miel.

Los cuadros seleccionados para sacarles la miel son los que al menos tienen un 70% de miel operculada (evitando así mieles con demasiada humedad).

Cuando el extractor se llena hay que vaciarlo en un bidón, el proceso se puede realizar o bien con una bomba de trasiego o con un cubo de acero inoxidable. El bidón estará perfectamente limpio y con mecha para evitar pérdidas innecesarias.

Durante el transporte siempre tendremos el máximo cuidado y evitaremos en medida de lo posible el polvo que genera los caminos. Para que el polvo no llegue a la miel, el extractor y la cubeta del desopercular irán tapadas con plásticos y gomas, evitando así su entrada.

A la llegada al almacén se descargara todo lo que venía en el remolque, y la miel que queda en el extractor y en la cubeta del sello, se deja escurrir en un bidón.

Lavamos el remolque con agua a presión de nuevo quitando todos los restos de miel que hayan podido caer al suelo. Una vez escurrida la miel lavamos también con agua caliente y posteriormente secado el extractor y la cubeta, quedando listos para una nueva jornada.

Si el corte se va hacer en el almacén, los cuadros irán directamente a cajas cerradas, que serán puestas en el remolque y llevadas al almacén, en un rincón exclusivo para la extracción de la miel. Estos cuadros una vez que se les quita la miel, se vuelven a meter en las cajas que venían para en los próximos días volver a llevarlos a las colmenas.

4. Almacenaje de la miel

Cuando tenemos la miel en lo bidones también seguimos un proceso muy estricto para su correcto almacenaje.

Lo bidones con miel recién sacada se dejan aparte, destapados y con una malla puesta con una goma (para evitar que entre suciedad). Esto se hace para que la “suciedad” (cera, partes de abeja) suba hacia arriba y si hay exceso de humedad, la miel pueda desecharla. Pasadas 48 horas la miel está lista para ser limpiada y tapada.

La limpieza de la miel se realiza con una paleta de acero inoxidable y se van quitando los restos de la capa superior con cuidado, intentando no quitar demasiada miel. Una vez esta completamente limpia la miel se tapa con la mecha y se sella.

Cuando está sellado y listo para guardar procedemos al pesado. Pesamos el bidón y descontamos la tara del mismo para obtener el peso neto del mismo.

Después de pesarlo lo identificamos. Con dos etiquetas una en el cuerpo del bidón y otra en la parte superior, en la tapa. La etiqueta nos indica el número de bidón, tipo de miel, la fecha de recolección, además del peso y la tara del mismo. Cuando ya está identificado anotamos en nuestra hoja de producción el número de bidón, y los demás parámetros que indica la etiqueta del bidón, además del paraje y observación de la extracción de esta miel.

Por último procedemos a guardar la miel, lo hacemos en un almacén exclusivo para miel, resguardado de la luz del sol y con una temperatura que oscila entre los 12 y los 20ºC. Asegurando así la correcta conservación de la miel.

En el mismo almacén para evitar posibles focos de infección, tendremos unas calzas y bata desechables para las visitas. Además una hoja de control donde quedará registrado todo el visitante que pase al mismo, indicando la fecha y la hora, el nombre y DNI del individuo.